martes, 12 de noviembre de 2013

LA LLEGADA DE LAS TROPAS FRANCESAS


Un sentimiento de incertidumbre y miedo, aunque también de decisión de resistencia, se apoderó de nuestros corazones. Muy pronto las botas invasoras pisarían nuestra serranía, la Serranía de Ronda, y no tardarían en pasar por El Bosque camino de otros puntos estratégicos más importantes, como Ubrique, Grazalema, Ronda o Jimena de la Frontera. Poco antes de que esto sucediese, nuestro alcaide, Rafael del Cuervo Jiménez, nos había reunido a los vecinos para animarnos a organizar la resistencia contra los franceses, de manera que el día 12 de febrero de aquel año de 1810, un puñado de bosqueños encabezados por él mismo, le preparamos una emboscada a una tropa francesa compuesta por 35 soldados que por aquí pasaba.



Les atacamos en un paraje situado entre El Bosque y Benamahoma y les causamos varias bajas. Fuimos los primeros de toda la Serranía en levantarnos contra los gabachos y eso nos convirtió también en la primera población serrana que sufrió la represalia del ejército francés, que al día siguiente de nuestra emboscada, se tomó venganza saqueando y quemando una parte de nuestro pueblo.

Plano de El Bosque en 1752. Catastro del Marqués de Ensenada
(Ilustración facilitada por Jesús Román)

No solo nos quemaron muchas casas y nos robaron todo lo que de valor teníamos, sino que una parte de la tropa quedó aquí para someternos a su control; además nos impusieron la obligación de suministrarles los víveres necesarios para su manutención, a pesar de que la economía del pueblo estaba tan maltrecha que apenas daba para nosotros. El administrador de la duquesa, José Leandro Sanz, colaboró con los franceses y, sabiendo que las necesidades de las tropas galas acuarteladas en el pueblo eran muy superiores a lo que el pueblo podía proporcionarles, dirigió un escrito a las autoridades del vecino pueblo de Benaocaz exigiéndoles que suministraran 200 fanegas de trigo y cebada, 60 gallinas, un canasto grande de huevos, vino bueno y aguardiente, bajo amenaza de que de no hacerlo, los soldados franceses pasarían por allí para recoger esos víveres.


(Continuará)

1 comentario:

Cantares dijo...

Sentada en primera fila
Te leo y es como si viera lo ocurrido
Besos